Cristian nació en Colombia y se trasladó a Chile en 2018 en busca de nuevas oportunidades profesionales que le permitieran tener una mejor vida junto a su hija María Camila.
Se unió al equipo Finning gracias al proyecto de inclusión femenina en el que la compañía da cursos gratuitos a la comunidad, para entregar capacidades que les facilite la incorporación al rubro minero. Hoy destaca que su experiencia ha sido muy agradable, gracias al apoyo de sus compañeros. “Ser migrante dentro de Finning ha sido muy gratificante para mí y sé que también lo es para muchas mujeres que venimos a aprender y a dar lo poco o mucho que sabemos, con miras a aportar al desarrollo del país”, señala. Nos cuenta que la oportunidad de convertirse en mantenedora de equipos móviles y tener un trabajo estable en Finning le permitió salir del campamento desde donde vivía en Antofagasta, a tener un hogar más estable en Calama junto a su hija.
En el proceso de adaptación -no sólo a la cultura sino a nuevas herramientas y componentes asociados a su rol dentro de la compañía-, Cristian ha sentido un gran respaldo por parte de todo el equipo. “Finning ha ingresado más mujeres y ha hecho cambios estructurales para la incorporación de todas al entorno laboral. Este proceso de integración ha hecho que aprendamos y conozcamos los puntos de vista de otras personas”, concluye.