Diciembre 2019,
Más de 500 familias se verán beneficiadas gracias a los 7 proyectos ganadores del Programa Fondos Concursables “Manos a la Obra” de Finning Sudamérica. La iniciativa, que por octavo año se desarrolla exitosamente, tiene un especial enfoque pues en ella participan como voluntarios los trabajadores de la empresa junto a sus familias.
Una de las estrategias para contribuir al desarrollo sostenible de las regiones donde Finning opera es –precisamente- permitir que sus empleados postulen proyectos que vayan en directo beneficio de la comunidad en que habitan y (o) trabajan. Las iniciativas que resultan ganadoras son financiadas por la empresa y se llevan a cabo con la colaboración de los trabajadores voluntarios de Finning y sus familias, quienes también se involucran con entusiasmo en esta tarea, los que este año además se han propuesto realizar una serie de actividades con el fin de poder recaudar más fondos.
Este año en la ciudad de Montevideo, serán beneficiados 125 niños, jóvenes y adultos que participan del proyecto socioeducativo Casa Abierta del Instituto de Educación Popular El Abrojo, en donde están siendo remodeladas las instalaciones sanitarias, pisos en salas y se confeccionará un mural conjunto. Actividades en las que como dice el nombre del programa son los propios trabajadores de Finning quienes se ponen “Manos a la Obra”
El Abrojo es una Organización no Gubernamental (ONG) sin fines de lucro que tiene 30 años de existencia y está orientada al desarrollo de procesos de autonomía creciente y transformaciones creativas en la sociedad. Su proyecto Casa Abierta es un espacio de integración para niños y niñas donde se desarrollan actividades socioeducativas, de promoción al aprendizaje, recreación, expresión, lúdicas y deportivas. Estas actividades se complementan con acciones que involucran a las familias y al entramado social, institucional y comunitario en la que los niños/as crecen y se desarrollan.
En la ceremonia de premiación, a nombre de Finning Roxana Acuña, líder del proyecto, señaló que era un orgullo para la empresa hacerse parte del trabajo de El Abrojo en su proyecto Casa Abierta por cuanto a partir de su mismo epígrafe: “De cada quien un sueño, de cada sueño un hacer, de cada hacer un encuentro”, interpretaban a cabalidad la motivación de la empresa para hacerse parte en estas acciones de Responsabilidad Social Empresarial que van en apoyo de la comunidad, especialmente en el plano del aprendizaje de niños y adolescentes.