El avance tecnológico ha proporcionado el incremento de la productividad y seguridad en operaciones subterráneas. En Finning Cat esto ha sido de suma importancia y Chile ha sido parte de esta evolución. Como explica el Gerente de Minería Subterránea, Martín Piérola, la productividad y seguridad son tópicos de alto interés para todos aquellos que trabajan en este sector.
“La tendencia global, y Chile no está ajeno a ello, es la profundización de la explotación subterránea. Esto genera desafíos en ambas dimensiones. En seguridad, por ejemplo, mayores profundidades significa mayor nivel de estrés presente en los túneles que conforman la mina, lo que obliga a disponer de tecnología que permita no solo monitorear el nivel de esfuerzos, sino también, conocer en tiempo real la ubicación exacta de las personas que trabajan en el interior de la mina”, señala Piérola.
En este sentido, el Gerente considera que los proveedores claves de la industria minera tienen la responsabilidad de responder con soluciones efectivas a las demandas de la industria. “En el caso específico de minería subterránea, existen tres tendencias muy marcadas, donde Finning ofrece soluciones probadas y efectivas: conectividad y big data, autonomía de equipos y electrificación de máquinas. Nuestro compromiso es poner a disposición de nuestros/as clientes/as estas soluciones y colaborar con el desarrollo de una minería con mayores niveles de seguridad y productividad”.
Por otro lado, Piérola indica que al igual que la minería de superficie, las operaciones subterráneas están enfrentando disminución de leyes que obligan a tener operaciones más eficientes, con costos por tonelada más exigentes para mantener indicadores de rentabilidad atractivos en la explotación minera. Actualmente, existe tecnología madura y probada que permite reducir los costos asociados a la operación de equipos móviles subterráneos, maximizando su desempeño y optimizando tamaños de flota.
“El avance en áreas como la automatización de equipos móviles, redes de comunicación subterráneas, gestión de grandes volúmenes datos y desarrollo de vehículos a batería eléctrica están cambiando de manera importante los criterios de diseño para las minas subterráneas. Estas tecnologías permiten disponer de explotaciones más eficientes, seguras y con una reducción significativa de la huella de carbono de este tipo de operaciones”, resalta.
Además, agrega que hoy es posible diseñar operaciones bajo tierra con un menor número de personas en los túneles gracias a la autonomía de equipos, con menos exposición a gases nocivos ya que se usan vehículos eléctricos a batería y con monitoreo constante de la ubicación de equipos y personas para disponer de protocolos de control de riesgos más efectivos.
Sobre los desafíos en esta área, el rol de la educación y la inversión en innovación para el desarrollo y mejora de estas tecnologías Piérola señala que requieren de un capital humano con competencias y habilidades adicionales a las que tradicionalmente observamos en minería. Para el Gerente los conocimientos sobre electrónica, automatización, redes de comunicación, análisis de datos y confiabilidad operacional son requisitos para aprovechar el máximo potencial que estos avances tecnológicos ofrecen.
“Este desafío es transversal a la organización minera, ya que se requiere desde un liderazgo distinto hasta capacidades técnicas y de supervisión específicas. En este sentido, universidades y centros de formación técnica deben asegurar que estas competencias sean parte de la formación de profesionales y técnicos/as”, afirma.
Por su parte, el ingeniero considera que las compañías mineras pueden colaborar con acciones específicas que permitan acercar aún más la minería a las instituciones educacionales y a la sociedad en general. “Sin duda, aún queda camino por recorrer en términos de convertir a la industria minera en la primera opción de desarrollo para las personas más talentosas”.
Acerca de la gestión de capital humano, hizo énfasis en dos desafíos que la industria minera tiene: atracción de talento y diversidad. “Ambos elementos convergen en la productividad de nuestra industria. Debemos ser conscientes que el deber de todas las compañías es convertirla en un espacio de atracción de talentos diversos, ya que esto es sinónimo de empresas, y por tanto industrias, más productivas”, destaca.
Piérola reflexiona y cree que la actividad aún sigue teniendo matices que no la convierten en un polo de atracción de talento. “Sin duda aún estamos al debe en la cantidad de mujeres que componen nuestro sector, pero también debemos trabajar para que los profesionales y técnicos/as con mayor talento de nuestra sociedad elijan a la minería como primera opción en sus proyectos de trabajo; que se sientan bienvenidos/as y valorados/as por sus capacidades y competencias” concluye.