Febrero 2020,
Marco Berdichevsky Bizama, Vicepresidente Recursos Humanos Finning Sudamérica
Un reciente estudio del CIAE de la Universidad de Chile mostró que las interacciones con el docente en las clases de matemáticas, incluso en aquellas en donde el docente es mujer, la interrelación es mucho menor con las niñas que con los niños.
Pero estas diferencias no tan solo se plasman en las aulas, ocurre lo mismo en casi todos los ámbitos, por ejemplo -y por citar solamente un caso-, en las series de televisión por cada 15 personajes masculinos que se desempeñan en carreras STEM, solamente aparece retratada una figura femenina.
Así las cosas, parece lógico que al momento de ingresar a una carrera las mujeres opten por una disciplina humanista dejando el territorio de las ciencias en manos masculinas, determinando que -finalmente- menos del 25% de los trabajos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) a nivel mundial sean ocupados por mujeres.
Por ello, la directora de la División para la Igualdad de Género de la Unesco, Saniye Gülser Corat, planteó hace pocos días la necesidad de un cambio de enfoque en los sistemas educativos, donde se canaliza a los chicos hacia estudios de ciencia y tecnología mientras que se desanima, disuade o frena a las mujeres, pues está demostrado que esto empieza a ser así desde la enseñanza escolar.
Ello nos lleva a afirmar que, si queremos producir un cambio real y, aunque tome un tiempo, es indispensable comenzar a cambiar las cosas en el aula y eso es lo que nos hemos propuesto. Desde agosto de 2016, Finning viene trabajando –en conjunto con ComunidadMujer – ONG líder en la discusión y estudio de temas de género- en un programa denominado “Género y decisiones vocacionales: promoviendo la participación de mujeres en STEM”.
Producto de este trabajo conjunto, al que se sumó el Complejo Educación Juan José Latorre de Mejillones nació el “Manual de Herramientas Pedagógicas con Enfoque de Género”, que el año 2018 fue difundido a nivel nacional para compartir la experiencia e impulsar prácticas educativas que contribuyan a reducir la brecha de mujeres en las especialidades técnicas de tradicional presencia masculina.
Ante el éxito de esta iniciativa, que tuvo como consecuencia que se duplicara el número de mujeres estudiantes que el año 2019 optaron por especialidades técnicas seguiremos impulsando proyectos que nos permitan corregir el rumbo para que, como país, no sigamos excluyendo al 50% de nuestros talentos y capacidades que representa el género femenino, así como también, porque la diversidad de la fuerza laboral ya ha sido ampliamente reconocida por los beneficios que brinda a largo plazo a las empresas desde la mirada de la innovación y creatividad.
En el caso del sector minero, las mujeres representan el 10% de la ocupación en nuestro país, y si bien su participación en esta industria aún es baja, creemos que las políticas públicas de equidad de género están contribuyendo a que esta cifra vaya al alza, lo que se condice plenamente con nuestro propósito de aumentar la participación femenina tanto en la línea de liderazgo como en el número total de empleados.
Se trata de un compromiso real que queremos renovar este 11 de febrero fecha en que se celebra y celebramos el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.